
- Las proyecciones de la CEPAL apuntan a que en 2020 la economía mundial experimentará su mayor caída desde la Segunda Guerra Mundial y el PIB per cápita disminuirá en el 90% de los países, en un proceso sincrónico sin precedentes.
- Colapso del comercio mundial de mercancías: se prevé que el volumen del comercio mundial de bienes disminuya entre un 13% y un 32% y dado que las exportaciones de la región de América Latina y el Caribe que llegan alcanzar un 20% del PIB, se calcula que el valor de las exportaciones regionales caería cerca de un 23%, con una disminución de los precios del 11% y una contracción del volumen del 12%
- Turismo: si se compara el primer cuatrimestre de 2020 con el de 2019, las llegadas de turistas internacionales disminuyeron un 35% en América del Sur.
- Remesas: como consecuencia de que la economía de Estados Unidos aumentará la tasa de desocupación (pasando de un 3.9% al 9.3%), se prevé una caída de las remesas. Hasta el momento, la reducción en la región ha sido de un 7%.
- Para la región en su conjunto, la CEPAL proyecto una caída promedio del PIB del 9,1% en 2020, con disminuciones del 9,4% en América del Sur, el 8,4% en Centroamérica y México, y el 7,9% en el Caribe.
- Se habla de una década perdida, en tanto la caída de la actividad económica redundará en que, al cierre de 2020, el nivel del PIB per cápita de América Latina y el Caribe sea similar al observado en 2010.
- Indicadores del mercado laboral. Se espera que la tasa de desocupación regional se ubique en alrededor del 13,5% al cierre de 2020, lo que representa un alza del 2% de la estimación presentada en abril de 2020 y un incremento de 5.4% respecto del valor registrado en 2019 (8,1%).
- La CEPAL proyecta que el número de personas en situación de pobreza se incrementará en 45.4 millones en 2020, con lo que el total de personas en situación de pobreza pasaría de 185,5 millones en 2019 a 230,9 millones en 2020, cifra que representa el 37,3% de la población latinoamericana. Dentro de este grupo, el número de personas en situación de pobreza extrema se incrementaría en 28,5 millones, pasando de 67,7 millones de personas en 2019 a 96,2 millones de personas en 2020, cifra que equivale al 15,5% del total de la población.
- Aún así, el impacto esperado sobre los países de la región es diverso. Para México, se prevé un aumento de 6.3% de personas en pobreza extrema y de un 7.6% de personas en pobreza.
- Los paquetes de medidas fiscales para hacer frente a la pandemia constituyen el 3.9% del PIB de América Latina. México ha destinado el 1.5% del PIB.
- Al respecto, Alicia Bárcena señaló que México podría tener un gasto adicional de 2% para sustentar un ingreso básico emergente por 6 meses mínimo, también destacó que podrían reorientarse algunas inversiones y consideró que aún falta ver qué estrategias se tendrá con la población de extractos medios en México y ver cómo se puede apuntalar mejor a las pequeñas y medianas empresas, más allá de estos créditos que ya se están otorgando.
Sin embargo, también aplaudió algunas de las medidas implementadas por México como la creación de un fondo para atender emergencias por más de 180 mil millones de pesos que representa el 0.7% del PIB, así como el plan estratégico hospitalario para la contingencia actúa. Eso aunado con los tres millones de créditos que da el IMSS o los apoyos equivalentes a 19 mil millones de pesos en préstamos de vivienda por parte del Infonavit. Además, señaló que resulta favorable para México la reactivación del T-MEC.
- Cuatro líneas de acción de acuerdo con la CEPAL
- Un ingreso básico de emergencia como instrumento de protección social, que consiste en una transferencia monetaria equivalente a una línea de pobreza durante seis meses.
Por 2 razones principalmente:
- Habrá una movilidad económica descendente (37,6 millones de personas que en 2019 pertenecían a estratos bajos no pobres caerían en la pobreza y 4 millones en la extrema pobreza)
- Habrá un fuerte deterioro de la posición de los estratos medios: 33,5 millones de personas dejarían de pertenecer a los mismos e ingresarían a los estratos de ingresos bajos
- Un bono contra el hambre. La CEPAL y la FAO lo han propuesto como complementario al ingreso básico de emergencia. Esta medida puede ejecutarse a través de transferencias monetarias, canastas de alimentos, cupones de alimentos o programas de alimentación escolar
- Apoyo a las empresas y los empleos en riesgo. A través de 1) aumentar la liquidez de las empresas de menor tamaño (postergación o cancelación de algunos pagos), 2) evitar la destrucción de capacidades (el cofinanciamiento de la nómina salarial diferenciado según el tamaño), 3) apoyar a las grandes empresas en sectores estratégicos en riesgo
- Fortalecimiento del rol de las instituciones financieras internacionales. La comunidad financiera internacional debe ampliar las condiciones de liquidez para hacer frente a las necesidades de financiamiento a nivel mundial