
- Aseguró que son seis grandes problemas los que resolverá la Iniciativa Preferente del Presidente Andrés Manuel López Obrador para reformar la Ley de la Industria Eléctrica
- Entre ellos la sobreoferta de la capacidad de generación; la ausencia de condiciones equitativas para competir en el mercado; el desacierto de un despacho que no toma en cuenta los costos reales, totales, de la generación de energía.
- Así como los cuantiosos subsidios que reciben las empresas eléctricas privadas; la inequidad de los certificados de energías limpias; y los daños derivados de los contratos con los productores independientes
La Vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Dolores Padierna Luna, aseguró hoy que el mercado eléctrico es una simulación, no hay competencia, sólo confabulación para que la Comisión Federal de Electricidad (CFE), acabe cerrando centrales públicas.
En reunión de la Comisión de Energía para debatir la Iniciativa Preferente del Presidente Andrés Manuel López Obrador que reforma la Ley de la Industria Eléctrica, expuso los seis grandes problemas que resuelve dicha propuesta: la sobreoferta de la capacidad de generación; la ausencia de condiciones equitativas para competir en el mercado; el desacierto de un despacho que no toma en cuenta los costos reales, totales, de la generación de energía.
Así como los cuantiosos subsidios que reciben las empresas eléctricas privadas; la inequidad de los certificados de energías limpias; y los daños derivados de los contratos con los productores independientes.
Dijo que las reformas implementadas anteriormente alentaron el otorgamiento de permisos de generación eléctrica y eso ha derivado en un exceso de capacidad en el mercado mayorista de electricidad.
Padierna Luna detalló que la oferta asciende a 85 mil 900 megawats. mientras que la demanda apenas alcanza 48 mil megawats y. además, la capacidad de generación sigue creciendo. Al respecto, reveló que están en construcción 24 mil 500 megawats que en poco tiempo entrarán al Sistema y el parque de centrales será más del doble de lo que necesita el país.
“Este sobre equipamiento daña enormemente a la Hacienda pública por tres razones: primero, los ingresos que no percibe la CFE por estar obligadas sus centrales a parar; dos, los subsidios que la Ley permite que reciban los generadores privados; y tres, los sobrecostos en los que incurre la CFE para poder mantener la continuidad, la confiabilidad de la red eléctrica nacional”, señaló.
Enfatizó que la iniciativa del Ejecutivo federal tiene como eje principal la planeación del sistema eléctrico nacional para equilibrar la oferta con la demanda.
La Reforma Energética, abundó, creó un modelo de mercado con reglas para favorecer únicamente a los grupos económicos privados en detrimento de la CFE.
“La Ley como está actualmente, restringe el margen de actuación de la empresa productiva del Estado, la obliga a subsidiar a sus competidores en detrimento de las finanzas públicas, de su propio desempeño empresarial y de su eficacia operativa”, expuso.
Mencionó que la Ley vigente simula que hay un mercado competitivo cuando en realidad, las empresas privadas, contrario a la CFE, están autorizadas para realizar todo tipo de transacciones, pueden hacer comercio intrafirma, contratos bilaterales, especular con los certificados de energía limpia y el ofrecimiento de precios subsidiados.
En cambio, indicó, a la CFE se le prohíben las operaciones intrafirma, se le obliga a comprar electricidad privada, aunque no tenga ninguna necesidad; a la Comisión no se le reconoce la energía limpia que produce, que es el 20% de la generación total.
“Todo esto lo hicieron con la única finalidad de obligar a la CFE a comprar certificados de energías limpias haciendo que estos certificados sean un negocio redondo de los privados”, apuntó.
Al referirse al desacierto del despacho eléctrico que no toma en cuenta los costos reales, expuso que el parque eólico Iberdrola pasa primero al despacho eléctrico porque se le asigna un costo marginal de cero, “¿De verdad cuesta cero pesos a Iberdrola generar su electricidad? La realidad es que cuesta 2.7 kilowats hora el costo total unitario y lo paga el Estado, no la empresa. La iniciativa del Ejecutivo federal propone reemplazar ese despacho tramposo por uno que realmente considere el costo real”, apuntó.
Remarcó que la CFE está subsidiando a las privadas el porteo estampilla, del que disfrutan algunas centrales que utilizan fuentes renovables de energía; subsidia el respaldo que necesitan las granjas solares y los parques eólicos que sólo dan luz cuando hay sol o viento, y producen una electricidad altamente variable.
La CFE tiene que respaldar con 13 mil megawats a estos privados que también gozan del subsidio del uso de la red eléctrica. No pagan el uso de la red eléctrica, y al gobierno le cuesta 249 mil 606 millones de pesos, tan solo Iberdrola recibe un subsidio de 56 mil 175 millones de pesos, equivalente al 22% de los subsidios totales”, puntualizó.