El profesor de la Universidad de Río de Janeiro, Pablo Gentili ha escrito un luminoso y solidario artículo para recordarnos que algunas de las mentes más lúcidas del planeta estarán en México como sede para iniciar la celebración del cincuentenario del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales; CLACSO, una red de investigadores con presencia en 47 países.
El evento tendrá como invitada de honor a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff quien como todos sabemos fue sometida a un proceso de destitución por una cataberna de delincuentes que han sumido la nación hermana en una crisis política interminable y que desde el gobierno que usurpan pretenden desmantelar la importante obra social de Dilma y de su antecesor el presidente Lula.
El profesor Gentili expone las razones por las cuales el notable grupo de investigadores decidió que nuestro país fuese la sede de su celebración, hay un México, nos dice el profesor brasileño, de la opresión feudal y prepotente, pero también hay un México que renace con la movilización democrática, con el compromiso y la vitalidad de luchas que se multiplican, construyendo un nuevo presente y un nuevo futuro para ésta que siempre ha sido la cuna de la libertad americana.
Notables mentes de todo el mundo vienen aquí a expresar su solidaridad con México y las y los mexicanos porque como dice el profesor Gentili, México ha sido el país de América Latina más abierto y generoso con las ciencias sociales y las humanidades.
El secretario ejecutivo de CLACSO nos ofrece la lúcida visión de un latinoamericano sobre esta ola peligrosa que vivimos; nos recuerda que México está bajo ataque desde afuera y desde adentro; desde afuera, nos dice, el nuevo presidente de Estados Unidos lidera una feroz ofensiva contra la soberanía y la dignidad de la nación mexicana.
Donald Trump parece haber encarnado todas las obsesiones racistas y coloniales de un importante sector de las élites estadounidenses, unas élites que siempre han contado con sumisos, complacientes y generosos aliados de la derecha política mexicana y en los sectores empresariales del país.
De adentro, nos dice el profesor, México sufre las gravísimas consecuencias de una larga secuencia de gobiernos neoliberales que han multiplicado la pobreza, la exclusión, el abandono y la violencia que carcome la vida de millones de mexicanos y mexicanas todos los días.
El caso mexicano pone trágicamente en evidencia que la desigualdad extrema no vulnera sólo los ingresos y las oportunidades de consumo de los más pobres, la desigualdad corroe las bases de la democracia.
Damos la más cordial bienvenida a los científicos sociales de todo el mundo, a quienes escuchamos con atención en esta hora en que necesitamos sus ideas y sus propuestas y damos también la bienvenida a quien consideramos una gran compañera, la incansable Dilma Rousseff, a quien acompañamos en su lucha por restablecer la democracia en Brasil.